Por: Mara ortega Acuña
Maicao-. Resulta sospechosa la insistencia de los medios nacionales por mostrar a toda costa una situación caótica en nuestra frontera como consecuencia de la crisis diplomática Chávez-Uribe. Las dudas respecto de las verdaderas intenciones de información que quieren transmitir los periodistas desplazados a la región, surge al momento en que los fronterizos respondemos que por acá las cosas son normales dentro de la crisis que cumple sus bodas de plata, con la caída de la moneda venezolana en 1984, a lo cual ellos hacen caso omiso y prefieren que digamos solo novedades.
¿El combustible ha dejado de ingresar legal o ilegalmente? No. Los productos de la canasta básica y de limpieza, siguen vendiéndose en las mismas proporciones, causando daño al pueblo venezolano que sufre escases; las indígenas wayuu sigue defendiendo su derecho a circular y trabajar libremente por su territorio ancestral; los estudiantes colombianos de posgrado, acuden juiciosamente los fines de semana a estudiar a las universidades venezolanas ; el bolívar en caída libre permanente; los abusadores de CADIVI, haciendo daño ante la mirada cómplice de las entidades financieras y autoridades colombianas.
Aquí todo está igual pese a que los periodistas nacionales cumpliendo sus mandatos laborales quieren mostrar al Presidente Chávez como el enemigo número uno del pueblo colombiano, lo cual es absolutamente falso de toda falsedad. Es cierto y no lo podemos negar porque lo vivimos a diario, los venezolanos que no se encuentran a gusto con el gobierno o con la situación económica en su país, están migrando a todo el mundo, como lo hacen miles de colombianos todos los años, por esta razón y por la violencia política.
Los más ricos a países o regiones ricas y cada quien de acuerdo a sus posibilidades. Maicao, además de los wayuu por su condición de etnia binacional, siempre ha tenido la honra de tener en su población un número importante de hombres y mujeres con doble nacionalidad, venezolanos de nacimiento y nacionalizados. La novedad actual está en la presencia de venezolanos no indígenas con pretensiones laborales diferentes a las relacionadas con el comercio y el transporte; nos sorprende ver zulianos en oficios diversos como la peluquería, el diseño y en labores domesticas.
De manera pues, que como en Miravete de la Sierra- España, “El Pueblo donde Nunca Pasa Nada“, aquí tampoco pasa nada Nuevo, nuestra verdadera crisis comenzó hace mucho tiempo, cuando aún Chávez era un teniente, los oligarcas venezolanos dilapidaron su rico país y engañaron a su pueblo con un asistencialismo tal que anularon su capacidad de trabajo productivo.
Ojo con este tema. Las razones por la cual la crisis económica de Venezuela afecta la región fronteriza de la Guajira de manera tan directa es obvia y, no tiene nada que ver con la estrategia neocolonialista de los EE.UU “divide y reinaras”, una de ellas es la dependencia social y económica que Maicao y la Guajira en general, tenemos del Estado Zulia “la fuerza que mueve a Venezuela”.
De manera insistimos a los periodistas sensacionalistas, ávidos de noticias que impacten, que los problemas nuestros, contrario a lo que ellos quieren que digamos, son aburridores porque no tienen solución a la vista si no hay voluntad política del Gobierno Nacional para implementar una política de frontera que toque las estructuras sociales y permita generar verdaderos polos de desarrollo sostenible, esa es la cruda realidad. Hagamos un ejercicio simple para que dimensionemos el problema de la crisis (MEDIATICA) Chavez-Uribe y los problemas de nosotros los guajiros y los zulianos.
En la primera regulación al manejo de divisas desde 2003, el Gobierno bolivariano estableció que para el caso de Colombia y Panamá, países frecuentemente visitados por los venezolanos, se fijaría un tope de 300 dólares y 500 dólares, respectivamente, que se elevará a 700 dólares y 1.000 dólares cuando las estadías superen los ocho días, esto con el fin de "garantizar el correcto uso de esas divisas", y evitar la "perversión y las desviaciones que en el pasado se han dado" según lo manifesto Manuel Barroso, presidente de Cadivi. Sin embargo, para los medios nacionales colombianos, esta es otra forma de ataque al pueblo colombiano por parte del Presidente Chávez.
Bien, el mismo caso para los guajiros y zulianos no tiene ningún efecto en la practica, por dos razones, la primera porque el 95% de los viandantes fronterizos nos movemos por razones de trabajo, es decir no somos turistas ni tenemos vinculación con el mercado cambiario y, la segunda porque el bolívar funciona como la moneda natural de la región, razón por la que no requerimos de dólares para nuestros tratos de compra y venta de harina Pan.
Por estas razones no podemos aupar a los medios a que traten de crear una situación inexistente en la frontera, por el contrario, debemos motivarlos más bien a adelantar periodismo de investigación para que se llegue por ejemplo al fondo del presunto espionaje del Departamento Administrativo de Seguridad –Das- en territorio venezolano, entidad que reconoció la autenticidad de un documento sobre una investigación interna, publicado en Venezuela, y consideró como un hecho "grave y preocupante" que el Ejecutivo de Caracas tenga en su poder archivos secretos.
Estos hechos sí que afectan la movilidad en la frontera, porque también por obvias razones, las autoridades venezolanas tienen derecho a mirar a todo aquel que no tenga pinta de guajiro, sino de cachaco o paisa, como sospechoso de pertenecer a organizaciones colombianas al margen de la ley o peor dentro de ella con pretensiones golpistas en Venezuela.
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