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viernes, 27 de noviembre de 2009

Resultados de las elecciones


Por: Alejandro Rutto Martínez


El pasado domingo 22 de noviembre se efectuaron las elecciones atípicas en la que los maicaeros respondieron a la convocatoria que se les hizo para escoger el sucesor de Ovidio Mejía Marulanda, alcalde popular a quien el Consejo de Estado decidió separar de su cargo después de un proceso jurídico que se inició poco después de que éste se posesionara.

Después, de una semana de los comicios en el municipio de la frontera es posible hacer un análisis sereno y reposado acerca de las nuevas condiciones políticas y electorales. El nuevo alcalde de Maicao es el médico ginecólogo Oscar Mejía Marulanda, de 47 años de edad, a quien respaldaron con su voto un total de 21.237 de sus conciudadanos cifra bien importante que se constituye en la más alta votación en 21 años de elección popular de mandatarios municipales. Con estos guarismos el movimiento “Compromiso Serio” que orienta el ex alcalde Ovidio Mejía se constituye en una fuerza política sólida con la cual deberá contarse a la hora de las grandes decisiones en el departamento de La Guajira.

Un aspecto que debe destacarse tiene que ver con el ex candidato Eurípides Pulido quien, pese a haber fallado por segunda vez en su intento de ser elegido alcalde, es en cierta manera uno de los ganadores pues logró la hazaña de duplicar los ocho mil votos alcanzados hace dos años y, con sus 16. 469 sufragios, se convierte en el propietario de un apreciable capital político con el cual puede construir un futuro promisorio que bien podría llevarlo a pensar en una candidatura al congreso de la república o a otro cargo de elección popular. Pulido cuenta con seguidores fieles, quienes lo acompañan en sus iniciativas como una respuesta a su facilidad de expresión, a su liderazgo carismático y su permanente vigencia en el escenario público en el que ha asumido un papel protagónico en causas de impacto social como, por ejemplo, el tema de los servicios públicos.

Es de esperarse que Oscar Mejía y Eurípides Pulido ratifiquen su condición de caballeros de la política y hagan lo posible por cerrar cuanto antes las heridas que inevitablemente quedan abiertas después de una campaña electoral. Lo anterior debe servir para que el nuevo alcalde gobierne sin las angustias y preocupaciones que debieron sobrellevar sus antecesores Ovidio Mejía y Jarlen Garrido al punto de distraerlos seriamente de su principalísima labor de dirigir los destinos de uno de los más importantes municipios del Caribe colombiano.

Ha llegado la hora de dejar atrás los tiempos del enfrentamiento y comenzar el camino de la reconstrucción de un pueblo que serios problemas de orden económico y social. Rodear al alcalde y ayudarlo a gobernar es el mejor consejo que se le puede dar a la clase política local. Y, para quienes recibieron el favor de las mayorías la mejor recomendación es la de considerar que no es hora de revanchismos y que la campaña ha concluido. Hoy Maicao tiene un mandatario que es de todos, de quienes votaron por él y de quienes prefirieron otras opciones. De quien lo ayudó con su voz de aliento y su compañía y del anciano que en el sardinel de cualquier esquina ve pasar la sombra de los años sin que nadie le tienda una mano para mejorar su calidad de vida.

Ha comenzado una nueva etapa para los maicaeros y se avizora un futuro mejor para todos sus habitantes. Adelante, Tierra del maíz, suelo del trupillo, balcón de la frontera. Un mañana mejor sí es posible y hoy es un buen día para comenzar a construirlo.




lunes, 23 de noviembre de 2009

Un ginecólogo para la ciudad


Por:  Alejandro Rutto Martínez


El 22 de noviembre del 2009 los maicaeros acudieron a las urnas para participar en las elecciones atípicas a las que se les convocó para escoger el sucesor de Ovidio Mejía Marulanda, separado de su cargo del alcalde por el Consejo de Estado tras un dilatado proceso jurídico que mantuvo en vilo a la ciudad de la frontera durante más de dieciocho meses.

En estas elecciones el candidato de la Alianza Social Indígena Oscar Mejía Marulanda, médico ginecólogo de profesión,  se constituyó en el nuevo alcalde de esta ciudad al ganar las elecciones efectuadas en el día de ayer.

Mejía Marulanda obtuvo 21.327 votos frente a los 16.469 de Eurípides Pulido, su único contrincante en este proceso eleccionario atípico convocadao para escoger el remplazo de Ovidio Mejía Marulanda quien fue separado del cargo por decisión del Consejo de Estado.

Después de una campaña corta y caracterizada, como siempre, por los programas de gobierno en que generalmente se promete lo mismo, los compromisos generosos y las movilizaciones masivas del cierre de campaña, finalmente se ha cumplido este compromiso con la democracia, de manera que hoy se conoce ya el nombre de quien habrá de conducir los destinos del municipio más importante de La Guajira durante 25 meses, de no existir nuevas demandas y reclamaciones.

Maicao ha sido un pueblo verdaderamente sufrido por varias razones: la mala calidad de sus servicios públicos, los altibajos de su economía y las condiciones de vida precarias de buena parte de su población, a lo que hay que agregar algunos factores institucionales como la falta de gobernabilidad que lo ha caracterizado durante los últimos quince años.

Los tres lustros transcurridos desde 1.995 dan para cinco períodos de gobierno. Y en efecto, en las elecciones de 1.994, 1.997, 2.000, 2.003 y 2.007 se eligieron esos cinco mandatarios: Antonio Hernández, Álvaro Guerrero, Ovidio Mejía (1), José Rafael Díaz y Ovidio Mejía (2). Sin embargo, cuatro de estos alcaldes vieron interrumpidos sus mandatos por decisiones judiciales (Hernández y Guerrero) y otros dos fueron apartados de sus cargos definitivamente por la misma causa.

En su remplazo fueron nombrados seis alcaldes por parte del gobernador de turno y se convocaron a dos procesos eleccionarios atípicos.

En total, la Tierra del Maíz ha tenido el discutible récord de contar con trece alcaldes en este período de su historia, lo cual da para un promedio apenas superior a los doce meses para cada uno de ellos.

Estas cuentas explicarían en buena parte las condiciones en que se encuentra Maicao, a pesar de la riqueza que genera y los cuantiosos recursos que ha recibido del fisco nacional por cuenta de las regalías procedentes de la explotación del carbón de El Cerrejón.

Le corresponde al recién elegido alcalde aprovechar al máximo el poco tiempo que le queda antes del 31 de diciembre del 2011 no solo para traducir en realidad las promesas de campaña sino para devolver la confianza a un pueblo que necesita volver a creer a sus gobernantes sobre todo cuando se avizoran nuevos años de vacas flacas provenientes de las secuelas que le ha dejado la dolorosa y muy costosa separación del municipio de Albania en términos de la drástica reducción de los recursos provenientes de las regalías.

La clase dirigente de La Guajira, incluidos los congresistas, diputados y el Gobierno departamental deberían atender a Maicao como una verdadera prioridad y apoyar a su alcalde y a su pueblo para que puedan abandonar su crisis crónica, en el entendido que toda dolencia del municipio fronterizo termina doliéndole y muy fuerte a toda la península.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Ovidio Mejía, alcalde por voluntad popular


Un día de octubre del año 2000 Ovidio Mejía Marulanda se convirtió en el sexto alcalde por elección popular de Maicao. Tres años después le entregó el cargo a José Rafael Díaz Ojeda en el sagrado altar de la iglesia San José.
En aquella ocasión se posesionó en el coliseo ‘Jorge Toyota Novoa’ ante unos tres mil conciudadanos y visitantes ilustres que lo acompañaron para brindarle su respaldo tal como lo habían hecho en las elecciones en que sorpresivamente había derrotado al ex concejal y ex diputado José Luis González Crespo. Una vez concluida su gestión, Mejía Marulanda continuó su rutina política de siempre: visitar enfermos, tomar tinto en las casas de sus más humildes amigos, asistir a velorios y funerales, ayudar a los necesitados, apoyar a sus amigos involucrados en jornadas eleccionarias, opinar en la radio sobre temas sensibles para la comunidad, asistir a las graduaciones en los colegios.
En fin, de Ovidio Mejía puede decirse que es un político que vive su actividad durante los 365 días del año, aún cuando no tenga la condición de candidato. El pasado 28 de octubre los maicaeros volvieron a votar por él y le dan una nueva oportunidad para dirigir los destinos de la ciudad fronteriza más importante del Caribe colombiano. Tiene a su favor los logros de su administración anterior y la legitimidad que le da las claras mayorías obtenidas en las urnas.
La elección del nuevo alcalde de la ciudad fronteriza tiene un gran significado para un gran número de personas y comunidades. Maicao es un punto estratégico para el desarrollo de La Guajira: es un dinamizador de la economía regional por el comercio de mercaderías extranjeras, combustibles, víveres licores y cigarrillos. También es el punto de salida para una buena parte de los productos que las empresas colombianas compran y venden a Venezuela. Su condición de ciudad multicultural y su ubicación privilegiada, así como la habilidad de sus comerciantes para sobreponerse a la crisis hacen de Maicao una ciudad de igual o mayor importancia que la propia capital del departamento.
Lo que le suceda a Maicao, bueno o malo, afecta a todo el departamento y buena parte de la Costa Caribe. Por eso, a toda la región le interesa que el alcalde de Maicao tenga una gestión exitosa. Para Ovidio Mejía, un líder curtido en las más grandes gestiones de liderazgo los retos, indudablemente, serán mayúsculos. La alcaldía de Maicao es probablemente la más importante del departamento de la Guajira si se tiene en cuenta el número de habitantes de la ciudad y su cuantioso presupuesto. Y los problemas de Maicao, también son verdaderamente grandes. En primer lugar Ovidio Mejía deberá sortear las dificultades derivadas del sensible descenso en el ingreso por concepto de regalías.
Durante los últimos años las finanzas municipales fueron saneadas gracias a las medidas tomadas por él mismo y por la disciplina fiscal de la alcaldesa Daissy Hernández. Durante los últimos años la administración municipal de Maicao vivió una especie de bonanza gracias a las regalías percibidas por la explotación del carbón en áreas de su jurisdicción. Sin embargo, desde la separación de Albania era latente el riesgo de que una reasignación de los recursos afectara notablemente las finanzas de Maicao. Lo que tanto se temía sucedió y a partir de la próxima vigencia los recursos serán verdaderamente escasos.
Con menos plata el nuevo alcalde deberá atender mayores compromisos: un reto bastante complicado, un desafío que el nuevo alcalde sabrá afrontar con la sabiduría con que logró posicionar a Maicao como uno de los municipios con mejor manejo fiscal en el país y como el único certificado en educación en el departamento de La Guajira. La tierra del ‘Abuelo de las Barbas de Maíz’ espera solución a problemas como el desempleo, de la crisis comercial y los deficientes servicios públicos. Deberá asumir también tareas relacionadas con la regulación del transporte informal, la reparación de vías y la extensión del alcantarillado. Maicao es una ciudad bella, querida, dinámica y progresista. Y ha elegido a un alcalde con las condiciones para gobernarla bien, como ya lo demostró Ovidio Mejía Marulanda en una ocasión.

lunes, 29 de octubre de 2007

EL PODER DESPUÉS DE LOS PODERES

Desde nuestra más tierna edad hemos aprendido, la mayoría de nosotros en las aulas de clases, que son tres los poderes públicos. Y se nos ha enseñado también que esa tridivisión es una de las más importantes conquistas populares porque excluye a posibilidad de que una sola persona gobierne al mismo tiempo que expide leyes e imparte justicia, como ocurre en los territorios oprimidos por la tiranía. En los tiempos bíblicos Herodes y Pilatos, gobernantes que representaban el poder romano, tenían al mismo tiempo la investidura de jueces para juzgar y condenar a los acusados en una clara expresión de los poderes concentrados en la misma persona.

Hoy, cuando la mayoría de los países libres tienen firmemente constituidas las tres ramas del poder público, las cuales además deben ser autónomas e independientes, se hacen cábalas sobre cuál es el cuarto poder. ¿Cuál poder de todos es el más importante después del que tienen los gobernantes, los legisladores y los jueces?

A los medios de comunicación y, especialmente, a la prensa se le menciona frecuentemente como el “cuarto poder”, precisamente por su influencia en la opinión pública y la forma en que incide para que los poderes tradicionales sean aceptados o rechazados por las mayorías.

Sin embargo, el emblemático periodista, escritor y docente Javier Darío Restrepo tiene otra opinión. En su libro “Cuarenta lecciones de ética” afirma “…el poder del periodista no es el que tradicionalmente se ha querido dar a entender con la expresión ‘cuarto poder’. El verdadero cuarto poder es la sociedad, que con su voto nombra o destituye a los titulares de los tres poderes tradicionales”

Según el autor citado aparece pues la sociedad como el verdadero cuarto poder; sin embargo, es obvio que en una época como la nuestra y en un país como el que nos vio nacer, existen otros poderes de igual o mayor alcance que los ya mencionados. El poder económico, por ejemplo, no es solo una fuerza, sino algo muy parecido a un dios que todo lo decide, lo impone y lo cambia. Incluso, seduce a la sociedad, para que ésta, a su vez, designe o destituya a los poderes tradicionales. Si algo o alguien no engrana en este poder, está destinado a desaparecer. Y ya han desaparecido hospitales que alguna vez atendieron a los pobres. Y están a punto de privatizarse universidades en donde por años se han formado los hijos y las hijas despueblo.

Pero hay otros poderes, algunos de ellos no tan evidentes, como el miedo, que nos impide a actuar como quisiéramos y debiéramos por temor a las represalias. Y el de la delincuencia organizada que es capaz de apoderarse de las más importantes instituciones de la sociedad a través de sus redes envolventes de riqueza desmedida y corrupción desbordada.

Finalmente mencionemos el más enigmático de los poderes: el poder detrás del poder. Cuando descubramos de qué o de quién se trata sabremos por qué ocurre lo que ocurre en el país. Y en el mundo.

RESULTADO DE LAS ELECCIONES PARA ALCALDE DE MAICAO

OVIDIO MEJIA MARULANDA
MOVIMIENTO ALIANZA SOCIAL INDÍGENA 12,690 Votos;


MAGALIS PALACIO ORTIZ
PARTIDO LIBERAL COLOMBIANO 11,621 Votos;


EURIPIDES PULIDO RODRIGUEZ
MOVIMIENTO ALIANZA SOCIAL
AFROCOLOMBIANA "ASA" 8,435 Votos ;


ELKIN ENRIQUE DE ARMAS PEREZ
PARTIDO CAMBIO RADICAL 2,305 Votos;


WILLIAM GÒMEZ CIFUENTES
CONVERGENCIA CIUDADANA 919 Votos;


HERNANDO JOSE SALOM BRITO
MOVIMIENTO ALAS-EQUIPO COLOMBIA 844 Votos.

PASARON LAS ELECCIONES. AHORA: A CUMPLIR


El pasado 28 de octubre, a las cuatro de la tarde volvió a escucharse en todos los puestos de votación de Colombia la pieza musical producto de la inteligencia brillante del italiano Oreste Síndici acompañada del poema de Rafael Núñez cuyo primer verso «Oh gloria inmarcesible…» . Nuestro hermoso y sentido Himno Nacional nos indicaba que había finalizado la jornada electoral convocada para elegir gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y miembros de las juntas administradoras locales.
Terminó la campaña y ahora viene la hora de cumplir. Atrás quedaron las jornadas maratónicas y estresantes, las reuniones concurridas de recintos abiertos y cerrados, los discursos emotivos y encendidos, los pactos con los enemigos de antes y con los amigos de ahora, los jingles ruidosos, las referencias a los adversarios, los programas de radio dedicados exclusivamente a un aspirante u otro, los, los debates entre candidatos, las adhesiones inesperadas, las volteretas de última hora y…las promesas de que todo iba a cambiar y el futuro sería mejor. Pues bien, ha terminado no solo la campaña sino el día electoral y las candidaturas han desaparecido.
Algunos de los aspirantes han amanecido con el rótulo poco envidiado de ex candidatos y los demás con la alegría inmensa e indescriptible de haber logrado el objetivo de obtener el cargo con el cual soñaban. El silencio de algunos comandos y el bullicio en otros, así como las pilas de basuras en los puestos de votación, el rostro extenuado de quienes laboraron como jurados, los vehículos de las campañas parqueados en cualquier parte con sus bocinas apagadas, la declaración de los ganadores por los noticieros locales y la búsqueda de un porqué a las derrotas además del anuncio de una que otra demanda, son señal inequívoca de que el proceso eleccionario ha llegado a su final.
¿Qué viene ahora? para los perdedores el retirarse a reflexionar sobre su futuro político y su proyecto de vida personal. Y los ganadores, a atender los enormes compromisos adquiridos. Los flamantes ganadores deben entender de una vez por todas que la palabra es sagrada y se hace necesario honrarla. Y eso no es difícil: basta con hacer realidad lo que prometió y, efectivamente sirvió para ganarse el favor de los ciudadanos.
Ojalá esta generación de personas recién elegidas recuperen el prestigio de la actividad política, se dediquen a trabajar con ahínco por sus comunidades, olviden los intereses personales e inviertan cada minuto del día y cada día de los años en que ejercerán sus funciones, a cumplirle a sus electores y en general a los habitantes de la jurisdicción que creyó en ellos y los respaldó con sus votos. El departamento de La Guajira y los habitantes de cada uno de sus municipios tiene derecho a esperar de sus nuevos gobernantes un trabajo honrado, permanente y decidido por las comunidades.
Es necesario dejar atrás este vergonzoso período de la historia en que hemos sido unos ricos que nos hemos dedicado a vivir como pobres porque los recursos fueron derrochados en obras inconclusas o gastados en bienes sobrevalorados o simplemente desaparecidos por el arte innoble de la corrupción. Desde esta tribuna le enviamos una voz de aliento a quienes no resultaron elegidos y hoy amanecen con la tristeza de ser los perdedores en el proceso. La vida suele dar una segunda oportunidad a quienes tienen la suficiente perseverancia para buscarla y aprovecharla. Nuestras felicitaciones a quienes contaron con el apoyo de las mayorías. A ellos les decimos que los apoyaremos en sus iniciativas y acciones emprendidas a favor de la comunidad. Y los acompañaremos también como veedores durante el tiempo que dure su gestión. Cualquiera puede creer de manera equivocada que el mejor favor que se le puede hacer a un gobernante es aplaudirlos cuando hacen el bien y callar (o aún aplaudir) cuando hacen el mal. Están equivocados: la mejor forma de ayudar a los gobernantes es ayudarlos a ver sus errores y comentarlos de manera oportuna. Desde ya, les ofrecemos nuestra ayuda en ese sentido a través de la crítica reflexiva y el elogio mesurado. La Guajira y sus ciudadanos eligieron y solo la historia dirá si esta vez acertaron. Por el bien de todos, esperamos que nuestros nuevos ediles, concejales, diputados, alcaldes y gobernadores sean los mejores de la historia.