Autor: Alejandro Rutto Martínez
Más de un mito se ha contado acerca de Maicao en su historia. En este año del octogésimo aniversario de su fundación, va siendo hora de aclarar los mitos y mostrar las verdades acerca de ésta, la ciudad de frontera más importante de la Costa Atlántica colombiana.
Mito Número uno: Maicao se acabó.
Verdad irrebatible: Maicao está más vivo que nunca. Su comercio no es el mismo de antes pero la creatividad de su gente la ha llevado a idear negocios alternativos y, por ahora, está lejano el día en que el notario pueda firmar el acta de defunción. Aún palpitan los corazones y los maicaeros siguen consumiendo el aire puro de la esperanza en un porvenir estable.
Mito número dos: Maicao tiene una alta población flotante.
Verdad sin discusión: en la primera década del siglo veintiuno la población de Maicao se volvió constante. El que se fue se fue y el que se quedó, se quedó. Antes la gente tenía un pie aquí y el otro en cualquier lugar del mundo. Hoy en día existe un mayor apego por la ciudad y ya se puede hablar de tres generaciones de maicaeros dedicadas a compartir los espacios urbanos y el contexto la multiculturalidad.
Mito número tres: Maicao se está quedando solo.
Verdad irrefutable: ahora la población es mayor que en cualquier otro tiempo. En estos momentos el número de habitantes es superior a 150 mil.
Mito número cuatro: Maicao es el centro y dos o tres calles más.
Verdad incontrovertible: Maicao cuenta con más de setenta barrios distribuidos en cinco comunas. Este mito fue creado por quienes hacen viajes fugaces al municipio fronterizo, visitan la zona comercial y se regresan a toda prisa, acosados por sus afanes. Cuando hacen un recorrido más tranquilo, comprueban con sorpresa el tamaño de una ciudad que, aunque de manera desordenada, crece constantemente.
Mito número cinco: en Maicao todo el mundo vive del contrabando.
Verdad irrefutable: Desde hace quince años se creó la Zona de Régimen Aduanero Especial de Uribia, Manaure y Maicao. Las mercancías entran legalmente a Maicao y legalmente salen. En esencia, el contrabando dejó de existir. Las autoridades, encargadas de garantizar el cumplimiento de las normas, pueden dar fe de esto.
Mito número seis: el Maicao de antes era mejor que el de ahora.
Verdad categórica: El Maicao de antes produjo mucho dinero, pero éste no se reinvirtió. Al contrario, los capitales fueron girados a otras ciudades del país o trasladados al exterior. En la bonanza ocurrió como en el pasaje bíblico: “unos se comieron las uvas y otros sufrieron la dentera”.
Mito número siete: Maicao es aburridor.
Verdad innegable: el que se quiera aburrir se aburre en cualquier parte aunque sea en Londres o París. Las personas se sienten bien en el lugar en donde encuentran amigos y algo a qué dedicarse. Y en ese sentido, la gente de Maicao, sus calles, su actividad comercial, sus casas, sus espacios comunes tienen una inexplicable fuerza para amañar a la gente.
1 comentario:
un articulo para despejar dudas, es muy interesante de verdad aclarara dudas de muchos.
somos maicaeros con sentido de pertenencia, todos sin importar donde nacimos, luchamos por la tierra que nos da el sustento diario, con el cual vivir.
luchemos mas para defendernos de los que nos quieran quitar esta tierra magica donde pareciera que naciera leche y miel. por que aca nadie se vara, la comida es hasta un 200% mas barata que en el interior y mas beneficios que el resto de colombia maicaeros luchemos por maicao nuestra tierra
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